En la actualidad se estima que existen más de seis mil enfermedades que se transmiten de manera genética, pero solo conocemos el gen que genera dos mil de ellas.
Muy probablemente en tu familia existen padecimientos que se repiten, pero antes de preocuparte por las posibilidades que tengas de contraerlos, debes saber que, además de la predisposición genética, hay factores como los ambientales y de hábito que ayudan a evitar o acelerar el desarrollo de cualquier enfermedad.
5 de las enfermedades más comunes que se heredan dentro de las familias son las siguientes:
Obesidad: “gen obeso”
El componente genético solo aplica en el 30% de los casos, siendo la imitación de comportamientos lo realmente decisivo. Si dejamos de imitar malos hábitos alimenticios y evitamos el sedentarismo, podemos mantener la obesidad a raya.
Silenciar los genes que predisponen al aumento de peso es posible con un estilo de vida adecuado, aunque es importante recalcar que, el contar con un progenitor con obesidad aumenta nuestro riesgo de padecerlo en 50% y en caso de que sean los dos padres, hasta en 80%.
Miocardiopatía hipertrófica
La miocardiopatía hipertrófica se transmite en el 50% de los casos, por lo que probablemente, si alguno de tus padres, hermanos, abuelos o incluso tíos han tenido un problema cardiovascular importante, tu médico te aconsejará que te realices un ecocardiograma para comprobar si este padecimiento podría llegar a afectarte.
Esta dolencia consiste en una alteración genética de la estructura del corazón, cuyas paredes se vuelven demasiado rígidas y gruesas, algunos de los síntomas que se pueden presentar son desmayos sin motivo y arritmias. Identificarlo a tiempo es de suma importancia, ya que un esfuerzo físico puede provocar muerte súbita.
Como te imaginarás, la predisposición a padecer colesterol alto e hipertensión se incrementa al tener padres que lo hayan padecido, pero como todo, huir de esa herencia es posible cuidando nuestro comportamiento al comer, haciendo actividad física y visitando a los especialistas necesarios.
Diabetes tipo 2
Pese a ser hereditaria en un porcentaje significativo, la diabetes tipo 2 es una de las enfermedades que más se resiste a mostrarnos su mecanismo de transmisión.
Se conoce que, si tu madre la padece, el riesgo de que tú la desarrolles es mayor a que si la tuviese tu padre. En caso de ambos ser diabéticos, la probabilidad de que la acabes sufriendo alcanza el 50%.
Moderar el consumo de azúcares y realizar actividad física regularmente serán tus mejores armas para tratar de evitar heredar este mal.
Osteoporosis
Enfermedad que afecta la densidad de los huesos, haciéndolos débiles y propensos a fracturas –sobre todo en mujeres a partir de la menopausia–, está en gran parte determinada por los genes.
Basándonos en un estudio de la Universidad de Melbourne (Australia), la calidad ósea depende tanto de factores genéticos como ambientales, por lo que aún heredando alguno de los 15 genes que predisponen a la osteoporosis, está en nosotros fortalecer nuestros huesos alejándonos del tabaco y alcohol, aportándole a nuestro cuerpo el calcio y vitamina D que necesita.
Fibrosis quística
Este padecimiento afecta principalmente a los pulmones, y en menor medida al páncreas, hígado e intestino, provocando la acumulación de moco espeso y pegajoso en estas zonas.
Solo cuando ambos padres son portadores del gen de la fibrosis, existe un 25% de posibilidades de que el niño nazca con la enfermedad y un 50% de que sea portador, pero no la llegue a manifestar.
Predisposición no es igual a sentencia
Entre otras de las enfermedades en la lista de “las más comunes” que presentan un componente hereditario alto se encuentran la migraña, la celiaquía y diversos trastornos oculares.
Tienes que tomar en cuenta que, aunque en tu familia se dé alguno de estos problemas de salud, es posible que no compartas sus determinantes genéticos o que solo coincidas en algunos.
La importancia de conocer el historial médico familiar es con el fin de poder prevenir padecimientos, detectándolos a tiempo, llevando un estilo de vida saludable y monitoreando la conducta de nuestro cuerpo sin obsesionarnos.
¿Hacia dónde avanza la ciencia?
El diseño de fármacos que imiten los efectos de factores genéticos que protegen contra ciertas enfermedades, son parte de las investigaciones actuales en el campo de la genética, evitando así la herencia que nadie quiere recibir: una enfermedad.
